martes, 11 de abril de 2017

Els últims apicultors de Biar


Los que vivimos los años inmediatamente posteriores a la guerra civil todavía los recordamos como "els anys de la fam". Eran tiempos de escasez donde todos los de la casa intentábamos colaborar para poder traer algo de dinero o, al menos, conseguir comida a cambio de trabajo.

En aquellos años mi padre era buen amigo del Tio Sixto Santonja, quien se dedicaba a la apicultura.

Tio Sixto vestido de Moro Vell
Para las labores del cuidado de las colmenas contaba con la ayuda de su hijo Juanito pero mi padre le pidió que me dejara trabajar durante la recolecta de la miel, a cambio de un plato de caliente.

Juanito Santonja (1993)
Y así fue como aprendí, siendo sólo un niño, lo poco que sé sobre este oficio, trabajando durante la primavera y el otoño de los años 1943 a 1946.

Foto izq. en el extremo izquierdo el Tio Sixto y en el derecho mi padre.
En la foto de la dcha., yo en aquella época.
Por aquel entonces el Tio Sixto tenía colocadas las colmenas en dos emplazamientos. Del primero de ellos ya conté en la Ruta a les Cases de l'Arguenya, que la casita que hay cerca dels Bancalets del Sarandero fue la primera que tuvo y que destinó a la extracción de la miel  hasta el año 1941.

Antigua caseta del Tio Sixto
Ese mismo año construyó otra muy próxima, de mayor tamaño, y que hoy en día está bastante reformada.

Casa construida posteriormente
El otro colmenar estaba en el paraje conocido como Campaneta, en la zona de bancales que queda justo debajo de la Penya Parroc. La casa refugio que tenía hoy en día está en ruinas.

Acceso a la casa


Restos de la casa refugio en Campaneta

Lugar donde estaban colocadas las colmenas
Mi trabajo consistía en transportar sobre una carretilla los panales de miel desde las colmenas hasta la caseta, que es donde el tio Sixto se encargaba de "tallar la mel", es decir, cortaba los panales llenos de miel para su extracción. Juanito se encargaba a su vez de revisar el estado de las colmenas y de sacar los panales que yo debía transportar.


Para hacer mi trabajo contaba con mi traje y careta de apicultor y aunque siempre había alguna abeja que me picaba, yo disfrutaba haciendo este trabajo. Los panales se los pasaba al Tio Sixto a través de una rendija en la puerta.



Se trataba de una puerta provisional de tela metálica de manera que nos podíamos comunicar perfectamente. Mi horario era de 9 de la mañana a las 3 de la tarde. Cuando finalizaba la jornada laboral, con más hambre ya que un perro, esperaba impaciente que el Tio Sixto nos prepara una paella que siempre le salía riquísima. Y para rematar la comilona, disfrutábamos de un suculento postre: la bresca (el panal con la miel aun en su interior)  servida con rodajas de naranja .


No creo haber probado otro postre mas delicioso que la miel aun dentro del panal, combinado con la naranja o, al menos, el hambre de aquella época así me lo hace recordar.

En primavera se extraía la miel de romero y la del otoño la de la flor del tomillo, muy sabrosa también.
Abejas extrayendo el néctar en la flor del tomillo y en la del romero
A modo de pequeño homenaje personal a los hombres  que a lo largo de mi vida he conocido dedicados en Biar a este oficio tradicional, he recopilado una poca información de todos ellos para compartir en este blog.


Museo etnográfico de Biar. Foto: Gabriel Alcaraz



El Tio Emilio


A Emilio Conca Matáix también lo recuerdo como compañero de caza de mi padre. El primer colmenar que tuvo estaba a los pies de les Coves de Montilla.

Resto de una colmena y lugar en el que se ubicaban
La casita refugio estaba entre el macizo en el que están las cuevas y el Cabezo del Teléfono, aunque de ella ya no queda nada.

Izq. restos del refugio. A la dcha. mortero excavado en la piedra junto a los restos.
También tuvo colmenas al fondo del Racó de l'Espedrinyal, en la solana, en el lugar donde se vierten ya las aguas hacia el Barranc de l'Infern. El lugar en el que construyó la casita refugio no es fácil de localizar por la cantidad de pinos y arbustos que actualmente hay en la zona. Gracias a la ayuda de Federico, guardia del club de caza, pude finalmente encontrarla. Esta casita, como casi todas las que he mencionado, contaban con aljibe para suministrar agua.


Restos del refugio
Uno de los rincones del Museo Etnográfico de Biar dedicado a la recolección de la miel, donde se exponen utensilios del Tio Emilio. Foto: Gabriel Alcaraz
En la actualidad uno de sus nietos, Gabriel Alcaraz Conca, sigue la tradición dedicándose a este oficio tan antiguo y tan característico a lo largo de la historia de nuestro pueblo.

Foto cedida por Gabriel Alcaraz
Sus colmenas se encuentran repartidas entre dos emplazamientos: uno de ellos, a los pies del Cant del Gall en la solana de la Serra de Fontanelles, muy cerca del lugar en el que se enciende el Ave María en las fiestas de mayo.





Cuenta con una cueva de refugio para la extracción de la miel. Hoy por hoy, es el mayor recolector de miel de Biar. 



El segundo emplazamiento lo tiene a las faldas del Cabeço Gros, en la misma sierra que el anterior, pero en el lado de la umbría.




Paco Verdú, "Campana"


Debe su mote al periodo en que su familia trabajó en la Casa Campana o Casa del Pouet, que visitamos en la Ruta de les Pedreres.

Sus colmenas estaban en Les Llometes de la Casa Mira, en la zona de l'Arguenya, muy próximo a la cantera de arcilla del Barranc de l'Infern y de la Garrafa.
Casa refugio
Al lugar no se puede acceder con coche ya que se encuentra en la parte superior de una de las lomas.




Allí aun se pueden encontrar restos de algunas y en este caso, la casa refugio sigue en pie.



Los últimos años que dedicó a esta tarea fue ayudado por su nieto Juan Valdés.




José Richart "el Gambo"



Al principio de dedicarse a la apicultura, sus colmenas se encontraban en el paraje de Les Fontanelles, cerca de la Casa de la Ingeniera y a las faldas de los cabezos del mismo nombre.


José Richart
De la casa no queda nada pero aun se pueden encontrar restos de algunas colmenas.



Después se trasladó bajo la Penya el Corb, cerca de la Senda del Destallador a su paso por el paraje del Corral de Tadeo

Terminó su actividad por culpa de una enfermedad producida por un parásito que acabó con todas sus abejas y las del resto de apicultores existentes en aquel momento.


Agustín Diez, el "tio Dique"

Las colmenas y la casa refugio estaban en las proximidades del Molí de Comaro, en la zona conocida como Buenos Aires. El negocio lo tenía a medias con Diego Albero Navarro.

Ubicación de las colmenas
Aunque la casa ahora está abandonada, fue reformada después de que dejara de usarse como refugio.


Vivienda reformada que integra la anterior construcción del refugio

Pepito Albero, hermano de Diego a quien ayudaba en las tareas de recolección de la miel, me cuenta una  anécdota de aquella época, que ya anteriormente había oído contar:

Uno de los días en que debían cortar la miel dio la casualidad que por los alrededores del colmenar había un hombre labrando.


Le pidieron que se marchara para evitar que sufriera las picaduras de las abejas durante el proceso. Éste hizo caso omiso de la advertencia y al final tuvo que salir corriendo al comprobar que éstas iban a por él.


Se marchó con tanta prisa que dejó al mulo romo, nombre con el que designábamos a los machos, enganchado al arado y fue con éste con el que las abejas acabaron cebándose. Recibió tantas picaduras que murió el pobre animal. Al final Diego y el Tio Dique tuvieron que indemnizar a su propietario.


Cristobal y Miguel Molina, "els Pololos"

Estos dos hermanos montaron algunas colmenas en La Salseta, en un olivar que contaba con una pequeña casa de labranza.

Resto de colmenas



Con posterioridad las trasladaron a La Forca pero sólo se dedicaron a esta actividad un periodo corto de tiempo.

Finalmente las vendieron a un ilicitano que sigue cuidándolas en la actualidad. El número de colmenas lo ha incrementado considerablemente y cuenta con un refugio de apoyo.




Casa refugio del actual propietario


Melecio González, "Tailoret"


Sus primeras colmenas las instaló en la misma loma en la que se encuentra la Casa de Bobo, en el camino de Fontalbres, y hoy en día el lugar es difícil de encontrar por la vegetación existente. Él solía referirse al refugio como "Villa Abejas".

Lugar en el que estaban colocadas las colmenas
 Aun recuerdo cuando hace años cazaba por esta zona y pasaba por delante de la casa refugio y de sus colmenas.
Restos del refugio
Posteriormente las trasladó cerca de Les Casetes de Gil.

Restos de las colmenas
En esta ocasión el refugio lo construyó de madera y del mismo, quedan pocos restos.

Restos del refugio
También colocó algunas en la finca de Tadeo.


Antonio Martínez, "Toni Saleta"

En sus comienzos sus colmenas estaban junto a la cantera del Cabecet de la Viuda, junto al Barranc de la Quitranera donde aun se mantiene en pie las paredes del refugio.

Restos de la casa

Ubicación de las colmenas
Con posterioridad colocó más colmenas bajo el Pico el Frare.


La casa refugio se encuentra dentro de la finca de la Casa del Frare, cuyos propietarios se han encargado de conservarla en pie y en el que todavía se encuentra tanto el aljibe como el banco para cortar la miel. Durante algún tiempo fue socio del Tio Emilio.






Pedro Rico


Este apicultor es natural de Castalla pero está casado con una biarense, de la familia Castelló. En la actualidad tiene colmenas próximo al Campo de Tiro del Club de Caza y al Corral del Marqués (hoy reconvertido en un complejo de turismo rural), en un barranco próximo a una de las antiguas canteras de la Tosquera. El refugio que utiliza para la extracción de la miel es desmontable.



Lugar en el que levanta el refugio provisional
Antes de esta ubicación tuvo colmenas en la ladera del cabezo del Pi Solitari, más cerca del corral del marqués que en la actualidad. Con las obras de acondicionamiento del complejo tuvo que trasladarlas. 



A través de Cristobal Samper, "el Banyerut", consiguió el permiso para instalarlas en terrenos propiedad de la familia Aynat, antigua propietaria de La Marcota, y que en Biar conocemos como los de la Viuda.


Cristobal Samper, "el Banyerut" 

El mismo tuvo unas pocas colmenas dentro de la finca de La Marcota.

Restos de las colmenas del Banyerut en La Marcota


Pepe "Barbereta" 

Cerca de la casa de l'Altet

Restos del refugio de colmenero


Otros apicultores que actualmente poseen colmenas dentro de nuestro término son Salvador Reig, de Xàtiva en el Cabecet de Valero en la ladera que linda con el Barranc de la Font de Bellot.




Un poco más arriba, José Oltra de Onil tiene unas pocas también.




Cerca del Cantal del Llamp, por la senda que va desde el Camí de Benassait a la Cova Negra, a la altura del embalse de agua, hay colmenas cuyo propietario es de Villena conocido como "la Piquera".





Estos últimos son sólo ejemplos de pequeñas instalaciones de colmenas dentro de nuestro termino que son cuidadas por personas de otras localidades. Junto a ellos, algún que otro pequeño productor de Biar, como por ejemplo Vicente Albero Colomina, dedica sus horas de ocio al cuidado de unas pocas colmenas destinadas a producir miel para su propio consumo.

Distribución de las colmenas en los montes de Biar

Las labores del cuidado de las colmenas y obtención de la miel

Desde antiguo no sólo se ha alabado la calidad de la miel de Biar sino también el esmero con el que sus recolectores llevaban a cabo esta labor. En la actualidad, aunque con utensilios de materiales diferentes, sigue siendo un oficio artesanal.

En las siguientes fotos se ven distintos momentos del proceso de recolección de miel.

Fotos realizadas por el Centro Excursionista de Biar

Gabriel Alcaraz








Fotos cedidas por Gabriel Alcaraz


Publicación "La Reforma Agrícola" de junio de 1882 sobre ambas tareas, con referencia a la calidad de la miel de Biar.