domingo, 26 de marzo de 2017

Les pedreres de la Tosquera




La loma a cuyos pies se levantó el santuario de la Virgen de Gracia se conoce con el nombre de la Tosquera, cuyo significado es lugar del que se extrae la piedra tosca. Este tipo de piedras sedimentarias, por su alta porosidad, se utiliza principalmente para ornamentación de edificios al poder ser labrada fácilmente. También se ha utilizado en el pasado para sillares de edificios pero al absorber fácilmente la humedad, es frecuente la aparición de moho.





En este mismo paraje, Antonio Cavanilles, botánico y naturalista valenciano, dejó constancia de diversas canteras abiertas de mármol. Por encargo de Carlos III  publicó el libro "Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia".

Para la elaboración de dicha obra se dedicó entre 1791 y 1793 a explorar sobre el terreno todo el reino de Valencia, estudiando tanto el mundo vegetal como el mineral, durante tres expediciones diferentes. Los recursos minerales constituían una de las preocupaciones de la corona. En aquellos momentos comenzaba a verse su utilización como un instrumento para la modernización económica y el progreso.

Ilustración que representa a Cavanilles durante su expediciones

Durante estos viajes fue llevando un diario donde anotaba pequeños detalles de estas excursiones. Por ejemplo, en el mes de junio de 1792, durante la tercera expedición, descansó en Biar de camino a Ibi (ya había estado en otras ocasiones en nuestro pueblo y mantenía amistad con la familia Santonja) y de esa estancia escribió:

Además de visitar las canteras de mármol y algunas de arcilla en nuestro pueblo, se dedicó a recoger muestras de todos aquellos minerales que consideraba más importantes, muestras que a veces dejaba al cuidado de sus conocidos durante el trayecto o directamente las enviaba a Madrid. Parte de ellas eran recogidas para formar parte del futuro Gabinete de Ciencias Naturales de Madrid.

Sus desplazamientos los hacía tanto a pie como a lomos de un caballo mientras que su equipaje era transportado por una mula. Normalmente estaba acompañado en los diversos tramos por los conocidos que tenía por los lugares por los que se desplazaba.

En 1792 fue el año en que se dedicó a la recogida de muestras de mármoles, en parte por el encargo real, pero también por el interés que tenía la Duquesa del Infantado, gran amiga del botánico,  por este tipo de roca.


Recorrido de Cavanilles entre el 9 de abril al 2 de junio de de 1792. Fuente: La minería y mineralogía en la obra de Antonio José Cavanilles de Juan Miguel Casanova Honrubia
Aunque en 1791 ya había estado Biar, fue 22 de abril de 1792 nos visitó desde nuevamente. Al día siguiente de su llegada sus conocidos le enseñaron las canteras de mármol a espaldas del santuario, donde recogió diversas muestras de las que dejaría constancia en una anexo al diario.

Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia" de A.J. Cavanilles

Bancos horizontales en una de las canteras de la Tosquera
De acuerdo con las anotaciones del anexo, la variedad de tipos de mármol existente en la loma era amplia:

Inventario de piedras recogidas por Cavanilles en Biar, que constan en el Anexo a su diario personal
La mención que hace al camarín de la virgen se refiere al que debió existir en el santuario original, mas sencillo y de menor tamaño, ya que el actual fue construido entre 1915-1918 con las obras de ampliación que se llevaron a cabo durante ese periodo.

Estas muestras, junto a otras procedentes de las poblaciones que había visitado desde Xàtiva, las dejó bajo el cuidado de un amigo suyo de Bañeres, José Castelló, regresando nuevamente a nuestro pueblo el 24 con la intención de seguir hacia Castalla.

Brecha de piedra de mármol rosado de una de las canteras de la Tosquera
La lluvia le impidió hacerlo ese mismo día pero finalmente, el 25 por la tarde pudo trasladarse a esa localidad, desde donde continuaría su ruta.

Hoy en día todavía es posible localizar los restos de estas y otras canteras en toda la loma, en las que es todavía hay piedras a medio tallar. Únicamente el ojo de los expertos podría distinguir que tipo de roca se extraía en cada una de ellas ya que por el efecto de las lluvias y el paso del tiempo hace que todas ellas se vean ennegrecidas.

Canteras próximas al campo de tiro del club de caza:

Cantera próxima al campo de tiro del Club de Caza y el antiguo depósito de agua

Bancos formados en el suelo como resultado de la extracción de bloques cuadrados


Dos morteros excavados en roca que se encuentran en las proximidades de las canteras
Una de las técnicas de corte de bloques era mediante la utilización de palos o cuñas de madera dura como la carrasca y agua. Sobre el bloque se practicaban orificios con una barrena por el lugar que se quería romper. Se empapaban las cuñas y se introducían en los orificios practicados o en las grietas que pudiera tener la roca.


La madera al absorber el agua aumentaba de tamaño provocando la rotura de la piedra.

Una de las técnicas usadas en el antiguo Egipto

En invierno también se utilizaban un sistema similar.Se vertía agua en los orificios y cuando bajaba la temperatura hasta el punto de congelación, el aumento de volumen del agua transformada en hielo también fragmentaba las piedras.

Restos de bloques esparcidos por la cantera. En alguno de ellos todavía están los orificios practicados para su rotura.
En otras ocasiones se empleaban herramientas de apoyo, dependiendo de la dureza del material y del tamaño del bloque a cortar así como la perfección que se necesitara de la pieza de piedra.

Preparación de un bloque para su corte mediante calzos de metal

  Veta de mármol rosa:

Veta de marmol rosado


Cantera situada en la loma a la altura del santuario:



 En las canteras horizontales se iban extrayendo los bloques de arriba a abajo.




El oficio de cantero es uno de los más antiguos del mundo. Ya en el antiguo Egipto se utilizaban técnicas que siglos más tarde se emplearían en nuestra canteras. Una de las más comunes era la de marcar los bloques y excavar entre los mismos unas estrechas zanjas de separación. Luego se tallaban lo más profundo que se pudiera para después extraerlos utilizando palancas y cinceles.


A la izq. y arriba dcha. canal de separación

Cantera ubicada dentro de una finca privada de la Tosquera:

Esta cantera ha quedado en el interior de un jardín particular. A veces, el tallado de la piedra se llevaba a cabo en la propia cantera, como es el caso de la piedra que se conserva en dicha finca y que hoy permanece como ornamento del jardín, a la que se le estaba dando forma de muela de molino.






Afortunadamente ninguna de las canteras anteriores fue explotada a gran escala ya que hoy en día no podríamos disfrutar de la zona de monte que rodea el santuario. Sus restos son ahora una curiosidad más a visitar por los senderistas que visiten esta zona.